Vito Dumas
Considerado el navegante solitario mas importante de todos los
tiempos:
Vito
Dumas, "El navegante solitario" nació el 26 de septiembre de 1900 en
Palermo (Buenos Aires). pasó su infancia en un campo de Trenque
Lauquen (Bs. As.)
Fue
boxeador, nadador, aviador y navegante solitario siendo esta última
su especialidad.
La
sola referencia a sus raids es más que suficiente para comprender la
dimensión que alcanza su figura. Curiosamente, su vinculación con
la náutica presenta intervalos que no son sino la prueba de la
atracción que el mar ejercía sobre él, más allá de las decisiones
obligadas por las circunstancias, que podrían mantenerlo alejado.

La
formación de Vito Dumas está enraizada con la actividad deportiva.
En su adolescencia no discrimina y vuelca su fortaleza en la
gimnasia, el atletismo, la lucha, el boxeo incipiente, la
natación...
En
su juventud, a partir de 1923, hizo cinco intentos por cruzar a nado
el Río de la Plata, en las que no logró su objetivo pero sí
fortaleció, templó su espíritu.
En
1923 intenta el primero de sus cinco intentos del cruce del Río de
la Plata. No logra su propósito pero establece un nuevo récord de
permanencia en el agua. Y años después (1931) decide viajar a
Francia con el propósito de cruzar a nado el Canal de la Mancha pero
su intento nuevamente falló. Sus decisiones resultan sorprendentes
pero las adopta no sin antes meditarlas. Su vivacidad, la poderosa
fuerza interior que lo impulsa, configuran una vigorosa
personalidad.
Se
compró entonces una embarcación; un barquito construido en 1918 que
nada tenía de seguro, además Dumas no tenía ni brújula ni elementos
de navegación. Cargaba agua en damajuanas y algunas conservas,
azúcar, unas papas y galletas.
Entonces tropieza con el inconveniente de no estar en condiciones de
sufragar los gastos de organización y control que impune el cruce.
Pero
Vito Dumas está ansioso de aventura. Y el país se entera y se
sorprende a raíz de una carta que Vito le envía al director de la
Editorial Atlántida, Aníbal Vigil, informándole que ha decidido
realizar el cruce del Atlántico navegando en soledad. Adquiere un
barco que hace 4 años no navega. Es de la fórmula internacional.
Le impone el nombre de Lehg. El nombre, además de usarse en las
antiguas embarcaciones escandinavas, es una sigla elegida por Vito
como un lema: Lucha, Entereza, Hombría, Grandeza.
El
tenor de la carta habla por sí:
"Arcachón,
20 de noviembre de 1931. Estimado Aníbal: Te escribo ésta
encerrado en el camarote de un 8 metros de la clase internacional.
Si algo ignoras con respecto al tipo de esas embarcaciones, el amigo
Martínez Vázquez te pondrá al tanto (se refiere al especialista en
yachting de la Revista El Gráfico). No creas que estoy loco cuando
noticias anticipadas a la presente anuncié los proyectos de mi
viaje. El lugar en que me encuentro es una villa de Francia que da
a la costa d'Argent, en lo que forma el golfo de Vizcaya. Para un
marino este golfo son palabras mayores; pero te advierto que no hay
como estar en él para notar que se exagera. En fin, veremos cómo me
trata. Cuando leas esta, posiblemente me haya hecho a la mar, de
allí a Canarias y luego a Río de Janeiro.
Esta
es mi idea. Ahora veremos si los elementos me lo permiten. No llevo
motor; el barco está armado a yawl y sus casco es un perfecto
Finkeels, campeón ganador de todas las regatas de su clase. En
cubierta tiene 11 metros 60 centímetros. Ahora lo están
calafateando y pintando. Creo que es el más estrecho de los barcos
que intentaron un viaje como el que me propongo; pero por otra parte
es más veloz que ninguno de ellos. Bueno Aníbal: la razón de mi
aventura es haber comprometido mi palabra en hacer algo de mérito
para el deporte argentino. Mis medios son reducidos y la vida que
estoy pasando sólo yo se los sacrificios que me imponen. Algún día,
si no habla el destino antes, te daré mayores detalles. Por ahora
vaya un abrazo pare el querido amigo como si fuera ayer, cuando
abandonábamos la pileta del Gimnasia. Si no llego, tu hablarás por
mi. Dirás que he sacrificado a mi familia, mi bienestar y mi vida
por el sport y la Patria. Fdo. Vito Dumas".
Esta
carta fue inserta en el ejemplar de la revista El Gráfico del 12 de
Diciembre de 1931. Vito Dumas se hizo a la mar el domingo 13.
Intentaba ahora cubrir la ruta de Francia a Buenos Aires; y partió
de Arcachón, un pueblito pesquero francés, un 13 de diciembre de
1931. En marzo pidió ayuda a su hermano pues su embarcación se
moría en bancos de arena en Brasil. El 9 de abril llegó a
Montevideo, y el 13 de abril, después de 121 días de su partida de
Francia, recalaba en el Yacht Club Argentino y la gente lo esperaba
para ovacionarlo. Con muestras de cansancio expresó que se despedía
de la navegación.
Diez años después emprendió la vuelta al mundo, solo con su pipa.
Sin
embargo, faltaba completar la hazaña más grande, la más "solitaria".
El
27 de junio de 1942, Vito Dumas zarpa del puerto de Buenos Aires a
bordo de su embarcación Lehg II (9,55 m de eslora y 3,30 de manga)
con un objetivo claro y preciso: dar la vuelta al mundo solo. Así
el 1 de julio de 1942, zarpó de Montevideo (Los trámites
burocráticos no permitían extenderle una autorización en Argentina
para emprender una aventura de esa magnitud).
Mientras el mundo vivía conmocionado por la guerra y la destrucción,
el navegante solitario cumplía su sueño de coraje y emprendimiento.
Partió de Montevideo hasta Ciudad El Cabo (55 días de travesía); de
allí a Wellington (Nueva Zelandia) a través de zonas de monzones,
con olas de 18 metros de altura, requirieron un esfuerzo titánico
para sobrevivir (104 días de navegación); desde allí a Valparaíso,
Chile, a través del Océano Pacífico (72 días de navegación). Desde
Valparaíso, por el Cabo de Hornos, en la unión de los dos océanos,
por la ruta de la muerte, hasta Mar del Plata, y de allí costeando a
Buenos Aires. Tardó un año y 36 días en cumplir el objetivo que se
había fijado.
Así,
después de 22.000 millas náuticas en 272 días de travesía, de pasar
por los 4 puntos de las etapas, Ciudad del Cabo, Wellington,
Valparaíso y Mar del Plata y de atravesar el temible Cabo de Hornos,
"El Navegante Solitario" cumple el sueño de un país que lo recibe
con los brazos abiertos el 8 de agosto de 1943. Es sin duda el
viaje más importante de Dumas y el que lo ubica como el navegante
solitario más importante de todos los tiempos.
En
Septiembre de 1945, Dumas, fiel a su temperamento y con su
inseparable Lehg II, decide emprender una travesía más, navegar
hacia el Norte, destino: Nueva York en un viaje titulado "El crucero
de lo imprevisto", Buenos Aires – Montevideo - Punta del Este - Río
de Janeiro - La Habana - Nueva York – Caerá – Montevideo - Buenos
Aires. No pudiendo recalar en el puerto de Nueva York, ni tampoco y
a pesar de ser avistadas Azores, Madeira, Canarias, e Islas del Cabo
Verde, concretando de esta forma el doble cruce del Atlántico
recorriendo 17.045 millas en 234 días.
Posteriormente, se traza otro objetivo no menos desafiante: unir los
puertos de Buenos Aires y Nueva York, en una sola escala, 7.100
millas, 117 días, proeza que logra en 1955 con su nuevo barco, el
Sirio, una embarcación más pequeña aún que el Lehg II.
Y
llegó un día, un 28 de marzo de 1965, en que después de una
aventurera vida, Vito Dumas falleció víctima de un derrame
cerebral. Sus restos mortales, están en el Panteón Naval de
Chacarita.
Escribió los siguientes libros "Mis Viajes", "Solo, rumbo a la Cruz
del Sur", "Los cuarenta bramadores" y "El crucero de lo imprevisto"
Sus barcos y sus destinos:
-
Lehg I: Museo de
Lujan. Buenos Aires.
-
Lehg II: Museo
Naval de Tigre. Buenos Aires.
-
Sirio I : Nueva
York navegando hasta el año 1994.
-
Sirio II: Mar del
Plata, navegando en la actualidad
|