El Barrio Marcelo T. de Alvear
Corría el año 1913 y las encuestas realizadas reflejaban una
realidad más que preocupante: el 80 por ciento de las familias
obreras vivían en una sola pieza y el 37 por ciento carecían de
instalaciones de agua corriente.
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Para comenzar a revertir esta situación el Congreso
promulgó, el 5 de octubre de 1915, la ley Nº 9677 que creó la
Comisión Nacional de Casas Baratas.
Este organismo planificó la construcción de 3.000 viviendas.
Por aquel entonces el país tenía por presidente a Victorino de
la Plaza quien había accedido al cargo debido a la licencia
por enfermedad solicitada por Roque Sáenz Peña en 1913.
A V.
de la Plaza le sucedió Hipólito Yrigoyen. Su mandato duró hasta
1922, año en el que le sucedió Marcelo T. de Alvear. Mientras tanto,
la Comisión entregaba las primeras viviendas en 1920.
La
Ciudad de Buenos Aires le daba así un gran impulso e importancia al
plan de Casas Baratas. Para 1941 tenía construidas 5.000, de las
cuales 3.123 habían sido adjudicadas y 1.815 arrendadas. |
La
construcción era sencilla pero sólida, y en su diseño los
arquitectos trataban de reproducir los chalets de campo de las
clases acomodadas, o los que construían los ingleses en los
suburbios de Buenos Aires. Una empresa francesa fue la ganadora de
la licitación y la encargada por lo tanto de construir las viviendas
que como novedad tecnológica presentaban el baño y la cocina en el
interior de la casa. Poseían todas las comodidades de la época: agua
corriente, cloacas, cocina económica de hierro que se alimentaba a
leña. Hasta había un tanque de agua que se calentaba con la propia
cocina brindando de esta forma agua caliente en toda la casa.
El
primer barrio construido dentro del programa fue el Cafferata de
Parque Chacabuco. A él le sucedió nuestro Barrio Marcelo T. de
Alvear.
El
plan de Casas Baratas estaba dirigido y destinado a familias con
hijos cuyo jefe se desempeñara en algún empleo público que
dependiera del Estado Nacional.
Las
condiciones de financiación eran por demás atractivas: El Banco
Hipotecario Nacional le otorgaba al propietario un crédito que
financiaba el 100 % del valor de la propiedad. Este crédito se
pagaba fácilmente por medio de cuotas accesibles que devengaban un
bajísimo interés a lo largo de los 20 o más años que permitía la
financiación.
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Sirva el ejemplo
dado por la familia Federici, cuya vivienda (foto de la
izquierda), sin el segundo piso) fue habitada por ellos
durante casi sesenta años |
-"Nuestra
casa se encontraba asentada sobre un terreno de 397,89 m2, poseía
planta baja y un piso superior con tres dormitorios, dos baños, sala
comedor, lavadero y dos livings. El precio fue fijado por el Banco
en 20.184,91 $ pagaderos en cuotas mensuales que tenían un valor de
45 $ al comienzo, aunque luego fueron aumentadas a 58 $. La
financiación se hizo a 22 años"-.
Fue
tal el número de interesados que pretendían el acceso a la vivienda
que tuvo que recurrirse a un sorteo para realizar la adjudicación de
las unidades.
El
lugar elegido para la ubicación del barrio era una zona que por
aquel entonces estaba cubierta por cultivos, árboles, algún que otro
potrero descampado y la vieja casona conocida como Villa Ambato que
perteneciera a la familia Olivera. Esta familia había sido
propietaria de la vieja Chacra de los Remedios cuyo casco principal
aún se halla emplazado en medio del Parque Avellaneda (inaugurado
como tal en el año 1914).
Veamos un mapa de la zona de Floresta correspondiente al año 1875.
En él ubicaremos al Barrio Marcelo T. de Alvear en relación con los
terrenos cuya propiedad detentaba por aquel entonces la familia de
los Olivera:

Mapa de la
zona (1875)
Referencias
1.- Arroyo
Maldonado |
6.- Camino a la
Floresta (M. Acosta) |
2.- Ferrocarril
del Oeste |
7.-
Circunvalación Oeste (San Pedrito) |
3.- Camino Real
(Rivadavia) |
8.- Calle de
Gauna (Gaona) |
4.- Camino de
Cañuelas (J.B.Alberdi) |
9.-
Circunvalación Norte (Avellaneda) |
5.- Lacarra |
. |
Como
vemos, la Avenida Directorio no existía, y el Barrio Marcelo T. de
Alvear quedaría ubicado en lo que alguna vez fuera el dominio de los
Olivera.
Con
el tiempo la Avenida Directorio se abrió, los terrenos de los
Olivera pasaron a ser de dominio público y la porción de campo que
llegaba hasta Directorio se convirtió en el Parque Domingo Olivera
(luego Parque Avellaneda) en 1914.
Quedó un enorme campo cuadrangular limitado por las actuales
Avenidas Juan B. Alberdi, Olivera, Directorio y la calle Lacarra que
si bien no pertenecía al paseo tampoco estaba urbanizado. Parte de
ese terreno se utilizó para la construcción del barrio obrero y el
resto conservó su apariencia casi rural.
La
construcción del barrio abarcaría cuatro manzanas, las cuales
deberían ser trazadas sobre la verde geografía del campo. Tres de
ellas se ubicarían sobre Juan B. Alberdi y la restante sobre
Olivera.
Esta última manzana fue construida con posterioridad. Según el
recuerdo de Luis Federici debieron de transcurrir unos cinco años,
ya que durante los primeros tiempos de su afincamiento existía allí
una gran quinta de verduras.
Vista aérea del año
1940

En esta toma podemos ver a las
cuatro manzanas del nuevo barrio insertas en medio de lo que aún era
un campo con cultivos. También divisamos a la Villa Ambato,
enmarcada por una buena cantidad de árboles y algunos senderos.
Referencias
1.-
Av Juan Bautista Alberdi |
6.-
Fernández |
2.-
Av. Olivera |
7.-
Pío Collivadino |
3.-
Lacarra |
8.-
José Bonifacio |
4.-
Av Directorio |
9.-
José Enrique Rodó |
5.-
Juan Vucetich |
Es
bueno remarcar que calles tales como Fernández y José Enrique Rodó
no tenían aún la extensión ni la continuidad que hoy les conocemos.
No había "calles internas" que atravesaran la gran manzana
comunicando a la Av. Juan Bautista Alberdi con Directorio, ni a la
Av. Olivera con la calle Lacarra.
Según lo que nos relata Luis Federici, amigo y ex vecino del
barrio, la calle Juan Vucetich antiguamente se nominaba María
Sánchez y el tramo de José Bonifacio que va desde Pío Collivadino a
Olivera se lo conocía como Manuela Aguirre. Ambas damas habían
formado parte de la primera Sociedad de Beneficencia creada el 2 de
enero de 1823. El organismo tenía a su cargo “la dirección e
inspección de las escuelas de niñas, de la casa de expósitos, de la
casa de partos públicos y ocultos, los hospitales de mujeres, el
colegio de huérfanas y todo establecimiento público dirigido al bien
de las niñas y mujeres”. En el caso de María Sánchez de Thompson y
de Mendeville (1786-1868, conocida por su adhesión a la causa de la
libertad y por haber cedido su hogar para que se entonara por
primera vez el himno nacional en 1813), fue la primera secretaria de
la institución en 1823, desempeñándose como presidenta de la misma
en los períodos que van de 1830 a 1832 y de 1866 a 1867.
El
cambio de nombre de la calle Manuela Aguirre por el de José
Bonifacio se produce en el año 1942, mientras que María Sánchez pasa
a llamarse Juan Vucetich en 1951.
Veinticinco años después (1965) la
situación edilicia del barrio era otra:

La
zona se había urbanizado a raíz del emplazamiento de varias torres
de monoblocks. También pueden observarse la construcción de dos
grandes escuelas fábricas (luego escuelas técnicas) sobre la calle
Lacarra:
También se puede observar la apertura de la Calle José Enrique Rodó,
la cuál se cruza con Fernández en una rotonda marcada en la foto con
la referencia 1.
Quizá una fotografía satelital obtenida en el año
2004 nos pueda dar una idea mas acabada
de la fisonomía actual de este sector del barrio.

El
punto 1 hace referencia a la ubicación
de la actual ET Nº 8 "Paula Albarracín de Sarmiento". En el
emplazamiento 2 se encuentra la
Parroquia Virgen de los Desamparados; y en el lugar marcado con el
número 3 se halla el Club Alvear.
Finalmente creo que resulta de utilidad reproducir el mapa obtenido
de la Dirección General de Sistemas de Información Geográfica
dependiente del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y en el cual
se puede observar la distribución de las parcelas en cada una de las
cuatro manzanas.

Otro
barrio de Casas Baratas fue construido poco tiempo después en
Floresta: El Barrio Segurola. Las viviendas estaban repartidas en
manzanas angostas que permitían un mejor aprovechamiento del terreno
a costa de sacrificar el espacio posterior, "el fondo" o terreno que
tenían la mayoría de las casas del barrio Alvear.
El
barrio Segurola fue construido entre 1929 y 1931, aunque la mayor
parte de sus casas se ocuparon después de 1936. Sus límites eran:
Mercedes, Segurola, San Julián (César Díaz) y Camarones.
Los
argumentos del diputado Juan F. Cafferata en defensa de su ley de
Casas Baratas
-"...
Demos a la familia, que es la base donde descansa la prosperidad de
la Nación, démosle hogar higiénico y abrigado, techo protector, casa
propia y habremos hecho obra de humanidad y patriotismo.
Garanticemos a ese trabajador, a ese obrero, que después de sus días
la esposa y los hijos tendrán asilo seguro contra la miseria, porque
esas paredes adquiridas a costa de sudores y economías son su
patrimonio; que su ancianidad no será turbada por el espectro
criminal; que podrá poseer su hogar, el dulce hogar de las
tradiciones y de los recuerdos, y habremos llenado con aplauso los
deberes de nuestro mandato."-
El
proyecto de Cafferata, luego de ser aprobado por la comisión de
Legislación, pasó por ambas cámaras y se convirtió en septiembre de
1915 en la ley N° 9.677. El autor había hecho triunfar un
procedimiento ágil, destinado a proveer viviendas a los sectores de
menos recursos bajo el lema: "Es menester, ante todo, ser prácticos,
para ser útiles". La ley establecía una Comisión Nacional de Casas
Baratas, integrada por cinco miembros ad honorem designados por el
Poder Ejecutivo, que tendrían funciones de fomento, dirección y
control de viviendas con base en un fondo creado ya por la ley 7102.
En veintiocho artículos se legislaba lo esencial de la materia para
que la Comisión iniciara sus trabajos. Lo novedoso consistía, entre
otras razones, en que preveía un seguro temporario de vida a favor
del adquiriente de una casa barata, mediante una cuota mínima, para
garantizar a su familia, en caso de muerte, el pago de todas las
cuotas que faltaren para la escrituración. Los destinatarios de los
beneficios de ley eran en este orden: obreros, empleados de escaso
sueldo, contribuyentes de cuotas mínimas.
Conclusión
La
ley de Casas Baratas sirvió para que las clases más humildes y
desprotegidas tuvieran acceso a una vivienda digna, reconociéndoles
el derecho que les asistía por el hecho simple de ser personas.
Podríamos destacar que del mismo tenor son las leyes de descanso
dominical, la reglamentación del trabajo de menores y mujeres,
protección del salario, accidentes de trabajo, de jubilación,
protección al ahorro, etc, que se lograron durante las primeras
décadas del siglo pasado. El estado cumplía por aquel entonces su
rol de garante del pacto social, interviniendo para lograr una mayor
equidad entre los distintos estratos. Recordemos que la posibilidad
de movilidad social era un hecho concreto que descomprimía los
conflictos y de alguna manera los encauzaba y enmarcaba manteniendo
la cohesión de la trama social.
Carlos Davis
Quiero expresar mi reconocimiento a Luis E. Federici, quien de
manera gentil y desinteresada me proporcionó un cúmulo de
información valiosa que sirvió para iniciar el desarrollo de la
presente investigación. |